La ciudad ilustrada y la ciudad burguesa

A finales del siglo XVIII y durante el siglo XIX, Burgos vivió una profunda transformación. La ciudad cambia y la modernidad permite que ésta se sienta ilustrada, romántica, burguesa… En este recorrido los viajeros nos sentimos paseantes que, ruando por las calles descubrimos una ciudad ordenada y elegante, señorial y dinámica que ha sabido armonizar el pasado con los nuevos tiempos.

1. DIPUTACIÓN PROVINCIAL
La Diputación de Burgos tiene como sede principal el Palacio Provincial, situado al inicio del paseo del Espolón frente al Teatro Principal. Se construyó en 1869 durante el periodo isabelino ocupando el solar de la antigua cárcel edificada por Carlos III. El edificio fue concebido por los arquitectos burgaleses Luis Villanueva y Ángel Calleja siguiendo el estilo clasicista y la monumentalidad palaciega de la época. En su interior destaca la escalera imperial, así como los lienzos de artistas burgaleses como Vela Zanetti o Marceliano Santa María.

2. TEATRO PRINCIPAL
Fue realizado por Franciso de Angoitia sobre terrenos de la ribera del Arlanzón e inaugurado en 1858. Este edificio de estilo Isabelino está situado frente a la estatua del Cid. Tras una larga e intensa trayectoria, en 1946 cerró sus puertas. Su rehabilitación en 1997 volvió a recuperar e incorporar al panorama cultural de la ciudad. La rehabilitación estuvo dirigida por el arquitecto José María Pérez Gonzalez. Hoy día este edificio alberga una sala de exposiciones, una biblioteca y una sala de conferencias.

3. PALACIO DE LA MARQUESA DE VILUEÑA
Entre las construcciones realizadas para sustituir el antiguo perímetro amurallado de la ciudad, llama la atención el Palacio de la Marquesa de Vilueña, obra de principios del siglo XIX que destaca por su sobria fachada neoclásica. Fue la residencia escogida por los reyes cuando visitaron la ciudad a lo largo de dicho siglo. Frente al edificio, se erigieron unos jardines por la orilla norte del río Arlanzón, que finalmente se convertirían en públicos y serían incorporados al Paseo del Espolón.

4. AYUNTAMIENTO
Situado en la Plaza Mayor, el ayuntamiento fue construido entre 1784 y 1791 por González de Lara sobre lo que era la puerta de Carretas. De estilo neoclásico, comunica a través de un pórtico el Paseo del Espolón con la misma Plaza Mayor. En medio de ésta, se encuentra la estatua de Carlos III desde 1784 que fue obra de Bergaz.

5. PASEO DEL ESPOLÓN 
Fruto de las reformas ilustradas del siglo XVI se hallan en este hermoso paseo edificios de gran belleza como la elegante Escuela de Dibujo, de corte neoclásica que se convertiría a finales del siglo XVIII en el Consulado del Mar. Remodelaciones posteriores incluyeron una serie de estatuas y el establecimiento de un templete/quiosco musical que dan el actual aspecto bohemio y cosmopolita al paseo.

6. PALACIO DE JUSTICIA
Burgos obtuvo en 1837 la sede de la Audiencia Territorial después de ser reconocida como capital de provincia. Tras varios emplazamientos durante varias décadas, se escogió el solar de un antiguo convento para erigir un nuevo edificio. Éste fue construido en 1883 por el arquitecto David Ruiz Jareño con un cuidado estilo neoclásico. De planta regular y organizado en torno a dos patios, se integra perfectamente con la arquitectura del entorno. Su fachada resulta de una gran elegancia y sobriedad.

7. PASEO DE LA ISLA
Llamado así por las islas y esguevas que antaño se generaban en el río Arlanzón, cuenta con una magnífica colección de casi un centenar de especies vegetales. Además, a lo largo de todo el paseo se sitúan varios monumentos de gran belleza, entre otros los arcos de Castilfalé, de estilo renacentista y una fuente del monasterio de San Pedro de Arlanza.
Los atractivos del paseo no acaban aquí. Al lado del paseo se erige el elegante palacio de la isla, de estilo romántico-neogótico, construído por orden de Juan de Muguiro y diseñado por el arquitecto Daniel Zavara en 1883, y vendida a la diputación y al Ayuntamiento en 1982, y que es actual sede del Instituto Castellano-Leonés de la lengua.

8. PALACIO ARZOBISPAL
Esta calle se convirtió desde la segunda mitad del siglo XIX en una de las principales arterias de la ciudad burguesa, en pleno contacto con el centro histórico. En ella se levantaron edificios emblemáticos a raíz del renacer que la iglesia experimentó tras la desamortización. En 1861 se firmaba el proyecto para construir el seminario de San Jerónimo, que es hoy en día la facultad de Teología, y frente a él se erigió en 1916 un nuevo palacio arzobispal de diseño historicista, diseño también empleado con éxito en el cercano monasterio de las Salesas.